Este trabajo consiste en realizar la reparación de las tuberías a través de un encamisado interno con mangas de polipropileno o PVC, impregnadas con resinas de epoxi e introducidas desde las arquetas o pozos de la instalación con aire comprimido o agua a presión.
Su aplicación se realiza en cualquier tipo de tubería, y se utiliza material con diámetros comprendidos entre 110 y 500 milímetros.